El término “autismo” proviene de la palabra griega “eaftismos”, que significa “encerrado en uno mismo”.
El autismo se incluye dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) junto con otros como el de Asperger y el de Rett.
Los rasgos y características de las personas con TEA les hacen especialmente sensibles a la música, lo que nos permite trabajar áreas especialmente afectadas por este trastorno.
Los objetivos terapéuticos de intervención los podemos clasificar en cuatro grandes áreas:
Área físico motriz
Área cognitiva
Área conductual
Área socioemocional